domingo, 17 de marzo de 2013

Reino de los Mallos.

  Dice una leyenda que la Giganta bruja de Riglos, vive escondida en Escalete, entre los Mallos de Riglos, que constituyen la entrada a sus dominios. Esta bruja es una hilandera. Unos dicen que apoya un pie en Peñarrueba de Murillo y el otro en Riglos para inclinarse sobre el río que queda en medio, con el fin de remojar el lino. Otros, afirman que acostumbra a sentarse en la cúpula de El Pisón, uno de los Mallos de Riglos, con lo que, de esta forma, cuando tiene que mojar el lino y el cáñamo para hacer su labor, no lo hace con su saliva, sino que de cuando en cuando moja los dedos en las aguas del Gállego. En la mitad de ese mallo, en efecto, puede verse una roca a la que se llama, por el parecido, El Huso o también El Puro.

  Y con permiso de la Giganta bruja de Riglos, este sábado fuimos el grupo de montaña a su casa, una casa tan bella como grandiosa, un lugar que fue Reino y que hoy lo sigue siendo para escaladores, senderistas, ciclistas, corredores de montaña, amantes de los deportes acuáticos y para aquellos que gustan de disfrutar entre otros del arte románico. 
  Una caminata de 15 kilómetros y con 1000 metros de desnivel, sencilla y sin grandes complicaciones, principalmente por senda y alguna pista y con alguna "tachuela" interesante de subir pero sin dificultad.




  Partiendo del pueblo de Riglos, a los pies de los Mallos, seguimos el trazado del PR HU- 98 que dirección a Santa Maria de la Peña y su embalse, cruza en varias ocasiones las vías del tan antiguo como romántico y deseado Canfranero. Una vez que descendemos hasta el embalse, volvemos a subir para llegar a la impresionante foz de Escalete, donde unos atrevidos realizan una vía ferrata colgados de unas escaleras que parece imposible que alguien haya sido capaz de ponerlas allí. 

  Desde este punto y con permiso de la Giganta, no paramos de ascender hasta llegar justo detrás de los Mallos de Riglos, donde decidimos abortar la subida a uno de ellos, debido a la lluvia y nieve que no en gran cantidad, pero si ha caído lo suficiente como para hacer que el grupo decida dejarlo para otra ocasión. Así que continuamos y emprendemos un descenso entre dos de los Mallos, mientras vemos como colgados en las paredes los escaladores (que vienen en bandadas a este lugar) también realizan el descenso, aunque a su manera.

   Ya en Riglos, al albergue a contarnos las aventuras y degustar una buena cervecita, o como dice un amigo, mejor dos, la primera para quitar la sed y la segunda para saborearla.

Saludos miles.

   

martes, 12 de marzo de 2013

TURISTA EN BICICLETA

  Al día siguiente de correr la carrera del Ebro, la piernas me pedían algo de movimiento, y como lo de volver a correr no me parecía una  opción muy viable, cogí la bicicleta y me fui de paseo.

  Sin tener muy claro a donde ir, salí con intención de ir hacia la derecha y..... me fui por la izquierda. Iré a favor del viento, me decía a mi mismo, y.......... me fui en contra. Subiré a los montes de Torrero y...... a lo que me di cuenta estaba en Monzalbarba. Ahora subiré a la balsa del Moro y........ Estaba en Garrapinillos.

             Llegados a este punto y visto mi acierto, decidir pedalear disfrutando del entorno y sin rumbo fijo.
 siguiendo el canal llegue hasta el anillo verde, del cual he oído hablar pero no conocía su recorrido, así que por allí que me fui. Como si estuviese en Constantinopla, así me sentía conforme avanza por aquel barrio zaragozano que toda la vida ha estado allí y que ahora casi no conocía. ¡¡Como ha cambiado todo aquello!!!

  El caso es que así, sin querer la cosa, le saque 41 kilómetros a la bicicleta. Kilómetros sencillos, totalmente llanos y sin ninguna dificultad técnica, realizando parte de un recorrido que algunas veces hago corriendo (la vuelta a Zaragoza) para cargar de kilómetros las piernas.

  Por si alguien no lo conoce os dejo el recorrido.Actur, Monzalbarba por la orilla derecha del Ebro, Utebo, Garrapinillos, Canal Imperial, Anillo verde y Actur. Corriendo lo hago en sentido contrario y por la margen izquierda del Ebro hasta el Azud, desde alli por el tercer cinturon al Canal y seguirlo hasta Garrapinillos, Utebo, Monzalbarba, Galachos y Actur. En esta variante salen mas kilómetros.

SALUDOS MILES.
 

lunes, 11 de marzo de 2013

Carrera del Ebro 2013

Ayer domingo se celebró la VII Edición de la Carrera del Ebro, prueba cívico-militar que se desarrolla por el campo de maniobras de San Gregorio y que organiza el gran Jesús Arroyo. Hasta el ultimo momento estuve dudando si tomar la salida ya que llevo una temporada de parón por distintos motivos y los 30 km se me iban a hacer muy largos, pero a las 8:00 AM me presento en las pistas de atletismo y el animo empieza a "calentarse", en el momento que empiezas a ver a los amigos. 

A las 9:00 se da la salida a los casi 800 corredores que nos hemos presentado allí y enseguida me doy cuenta de que efectivamente no estoy para muchos trotes, en el kilómetro 4 estoy a punto de darme la vuelta, de hecho me paro, me doy la vuelta y empiezo a andar en sentido contrario a la prueba. El estómago no me acompaña y las fuerzas menos, pero esta vez (aunque parezca raro) la cabeza funciona y me digo a mi mismo "baja el ritmo y tira pa´lante que si quieres retirarte puedes hacerlo en cualquier momento" y eso hago, me doy media vuelta y empiezo otra vez a correr aunque mucho mas despacio que antes. Que bien hice, poco a poco fui situándome en la zona final del pelotón donde coincido con dos grandes corredores de largas distancias por montaña, uno de Zaragoza y el otro de Huesca y desde allí hasta la meta como se suele decir chino-chano, sin prisas, de charrada, disfrutando del recorrido que en su parte final fue muy entretenido con sus tachuelas y pequeñas bajadas.

 He realizado la peor clasificación de todas las carreras en las que he participado, pero ciertamente es una de las cosas que me da igual, me quedo con la sensación de terminar estupendamente, sin extenuación e incluso sonriendo, una prueba  donde estuve a punto de retirarme nada más empezar.
 Mención especial quiero hacerles al corredor invidente y su guía, con los que compartí una parte importante del recorrido y que llegaron justo delante mio....... ¡¡¡Que grandes que son los dos y que gran ejemplo para todos aquellos que en algún momento hemos compartido kilómetros con ellos!!